En un recipiente cubre la avena con agua, deja remojando por unas horas o toda la noche.
Al día siguiente cuela la avena y licúa por dos minutos con la leche, el azúcar y la canela.
Vierte la mitad de la mezcla en una jarra y agrega litro y medio de agua.
Ajusta la cantidad de azúcar si necesita, o agrega más de la avena si quieres un sabor más intenso.
Repite con la segunda parte de la mezcla.
Enfría antes de servir o agrega hielos y no dejes de remover para aprovechar lo que se asienta en el fondo.
Descubre los beneficios para tu salud al comer avena.