Mezcla en un bowl la harina de avena, harina de maíz y sal. Calienta agua sin que esté hirviendo porque te vas a quemar los dedos.
Agrega ½ taza de agua al bowl y mezcla con tus manos. Dependiendo de que tan bien mediste todo y el tipo o marca de harina que usaste, es la cantidad de agua extra que vas a tener que agregar para que la masa quede muy suave. Yo agregué 2 cucharadas extras para que estuviera suave pero al mismo tiempo que no se me quedara pegada en las manos. Revisa el video arriba para que veas la textura que queremos tener.
Con tus manos forma un cilindro y corta a la mitad. Necesitamos en total 12 bolitas de masa.
Coloca todas las porciones de masa en el bowl (yo uso el mismo para no ensuciar) y tapa con un trapo, es super importante o se te secará la masa si no lo haces.
Vamos a ir haciendo tortillas y cocinándolas.
Corta 2 pedazos de plástico para poder aplanar las tortillas. Yo corto una bolsa ziploc o de esas rellesables.
Calienta un comal o sartén fuego medio.
Con una tortilladora manual ve aplastando las tortillas. Otra técnica para todos los que no tienen tortitalladora es tomar un bowl o plato e ir aplanando la bolita hasta que quede bien delgadita.
Es muy importante que queden delgadas para que puedas tener tortillas flexibles y que si se doblan al momento de rellenarlas y tomarlas como taco. Además que ayuda a que no se rompan.
Coloca en el comal calienta y cocina por 45 a 90 segundos por lado. Depende mucho de que tan caliente tienes tu comal.
Sigue haciendo tortillas, siempre cubriendo la masa o las tortillas ya crudas con un trapo.
Te recomiendo colocar las tortillas calientes dentro de un recipiente, tortillero o calentador de tortillas para que se mantengan calientes y no se sequen (así no se te rompen).
Rellena con lo que más se te antojen, a nosotros nos gustan mucho en el desayuno con huevito, queso como quesadillas o con frijoles y queso.