Agrega hielos al agua mineral ya que queremos que esté bien helada.
Corta los vegetales en tiras o en rodajas, no tan gruesas para que no tomen mucho tiempo en estar listos.
Cubre los vegetales cortadas con fécula de maíz o harina de trigo, que queden bien cubiertos o el tempura se va a deslizar en vez de pegarse o adherirse a ellos.
Calienta el aceite en una olla o sartén grande y hondo.
Cierne la harina de trigo con la harina de avena para que esté bien ligera y coloca en un bowl.
En un plato bate el huevo, agrega el agua mineral helada sin hielos (necesitas en total 1 taza), sal, pimienta y mezcla bien.
Incorpora la harina cernida y mezcla con palillos para no batir de más con el batidor globo. El secreto de la masa es que debe de estar helada y no hacerla con mucho tiempo de anticipación.
Cubre los vegetales con la mezcla de tempura y de inmediato agrega al aceite caliente. Cocina por unos minutos de los dos lados hasta que estén completamente dorados. Dependiendo de la temperatura, estarán unos 2 a 3 minutos aprox. Si tu aceite está muy bajito absorberán todo el aceite los vegetales y quedarán muy grasosos. Si está muy caliente, se quemará por fuera antes de que los vegetales se alcancen a suavizar.
Cuando estén listos coloca en una toallita de papel o papel absorbente y disfruta de inmediato ya que mientras pasa el tiempo se pueden suavizar en vez de estar crujientes.
Acompaña con la salsa que preparaste, queda buenísimo y como de restaurante.