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Los beneficios de la avena para el corazón
Dra. Alejandra Madrid Miller
August 24, 20204 minute read

En México, como en todo el mundo, las enfermedades cardiovasculares, son la principal causa de muerte en hombres y mujeres de más de 45 años de edad.  La más frecuente es la enfermedad coronaria debida a la aterosclerosis, que se refiere a que las arterias se tapan por el depósito de grasa “colesterol” y como consecuencia dan origen a la angina de pecho y al infarto del miocardio.

Para poder prevenir estos padecimientos y reducir las muertes por estas causas, es fundamental controlar los factores de riesgo que contribuyen a que estos se desarrollen. Estos factores incluyen la obesidad, la diabetes, los problemas del colesterol, la hipertensión (presión alta), entre otros.  Para evitar estos problemas de salud, es necesario establecer cambios en el estilo de vida con una alimentación saludable y ejercicio, además de los tratamientos medicinales específicos.

Una alimentación saludable y equilibrada debe ser diversa y incluir frutas, verduras, legumbres, pescado, nueces, semillas, aceites vegetales, productos lácteos, así como, granos enteros y limitar la ingesta de granos refinados o productos hechos con éstos, especialmente aquellos ricos en grasas saturadas, azúcares agregados y / o sodio (sal), como galletas, pasteles, bebidas azucaradas, carnes rojas, etc.

Los granos enteros, como es la avena, conservan las tres partes que los componen: germen, endospermo y salvado; son una fuente de nutrientes, como:

  • Fibra dietética soluble
  • Proteínas
  • Minerales: hierro, zinc, manganeso, potasio, sodio, cobre, fósforo, calcio
  • Oligoelementos: selenio
  • Vitaminas: ácido fólico, tiamina, niacina, vitamina B6, riboflavina y vitamina A, C, D y E
  • Ácidos grasos solubles: monoinsaturados y poliinsaturados

En particular, la avena (Avena sativa L) tiene un contenido elevado en fibra dietética soluble, la cual tiene como principal componente el betaglucano. Este componente de la fibra soluble de la avena brinda importantes beneficios a la salud, ya que ayuda a reducir el colesterol de diferentes formas:

  1. Aumenta la viscosidad del bolo alimenticio en su paso a través del intestino y produce una capa viscosa que evita la absorción de las grasas por las células del intestino.
  2. Se une a los ácidos biliares cargados de colesterol que ingerimos y llegan al intestino, con lo que favorece su eliminación en las heces.
  3. La eliminación de estos ácidos biliares activa la regulación del metabolismo del colesterol en el hígado, lo que genera una disminución de los niveles circulantes en la sangre del colesterol malo (colesterol de baja densidad, “LDL” por siglas en inglés).
  4. Modula el microbiota intestinal (la flora intestinal), particularmente aquellas especies bacterianas que influyen en el metabolismo del ácido biliar y la producción de grasas en el hígado.

Además, la avena contiene antioxidantes, los cuales le confiere un efecto reductor en el proceso degenerativo y envejecimiento del cuerpo y de las arterias.

Estudios científicos reportan que el consumo de avena como parte de la alimentación durante 6 y 8 semanas, se asoció a una reducción en los niveles de colesterol total entre 3% y 10% y en del colesterol LDL, lo que representa una disminución del 6 al 18% del riesgo de enfermedad coronaria.

En otros estudios realizados en sujetos con sobrepeso y problemas de presión arterial alta, la ingesta de productos de avena – con una dieta limitada en aporte calórico para reducción de peso y baja en sal – se asoció a una reducción significativa de la presión arterial.

La evidencia científica del efecto beneficioso de los componentes de la avena en la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares llevó a la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) a autorizar su consumo con al menos 3 g por día como parte de la alimentación.

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En México, como en todo el mundo, las enfermedades cardiovasculares, son la principal causa de muerte en hombres y mujeres de más de 45 años de edad.  La más frecuente es la enfermedad coronaria debida a la aterosclerosis, que se refiere a que las arterias se tapan por el depósito de grasa “colesterol” y como consecuencia dan origen a la angina de pecho y al infarto del miocardio.

Para poder prevenir estos padecimientos y reducir las muertes por estas causas, es fundamental controlar los factores de riesgo que contribuyen a que estos se desarrollen. Estos factores incluyen la obesidad, la diabetes, los problemas del colesterol, la hipertensión (presión alta), entre otros.  Para evitar estos problemas de salud, es necesario establecer cambios en el estilo de vida con una alimentación saludable y ejercicio, además de los tratamientos medicinales específicos.

Una alimentación saludable y equilibrada debe ser diversa y incluir frutas, verduras, legumbres, pescado, nueces, semillas, aceites vegetales, productos lácteos, así como, granos enteros y limitar la ingesta de granos refinados o productos hechos con éstos, especialmente aquellos ricos en grasas saturadas, azúcares agregados y / o sodio (sal), como galletas, pasteles, bebidas azucaradas, carnes rojas, etc.

Los granos enteros, como es la avena, conservan las tres partes que los componen: germen, endospermo y salvado; son una fuente de nutrientes, como:

  • Fibra dietética soluble
  • Proteínas
  • Minerales: hierro, zinc, manganeso, potasio, sodio, cobre, fósforo, calcio
  • Oligoelementos: selenio
  • Vitaminas: ácido fólico, tiamina, niacina, vitamina B6, riboflavina y vitamina A, C, D y E
  • Ácidos grasos solubles: monoinsaturados y poliinsaturados

En particular, la avena (Avena sativa L) tiene un contenido elevado en fibra dietética soluble, la cual tiene como principal componente el betaglucano. Este componente de la fibra soluble de la avena brinda importantes beneficios a la salud, ya que ayuda a reducir el colesterol de diferentes formas:

  1. Aumenta la viscosidad del bolo alimenticio en su paso a través del intestino y produce una capa viscosa que evita la absorción de las grasas por las células del intestino.
  2. Se une a los ácidos biliares cargados de colesterol que ingerimos y llegan al intestino, con lo que favorece su eliminación en las heces.
  3. La eliminación de estos ácidos biliares activa la regulación del metabolismo del colesterol en el hígado, lo que genera una disminución de los niveles circulantes en la sangre del colesterol malo (colesterol de baja densidad, “LDL” por siglas en inglés).
  4. Modula el microbiota intestinal (la flora intestinal), particularmente aquellas especies bacterianas que influyen en el metabolismo del ácido biliar y la producción de grasas en el hígado.

Además, la avena contiene antioxidantes, los cuales le confiere un efecto reductor en el proceso degenerativo y envejecimiento del cuerpo y de las arterias.

Estudios científicos reportan que el consumo de avena como parte de la alimentación durante 6 y 8 semanas, se asoció a una reducción en los niveles de colesterol total entre 3% y 10% y en del colesterol LDL, lo que representa una disminución del 6 al 18% del riesgo de enfermedad coronaria.

En otros estudios realizados en sujetos con sobrepeso y problemas de presión arterial alta, la ingesta de productos de avena – con una dieta limitada en aporte calórico para reducción de peso y baja en sal – se asoció a una reducción significativa de la presión arterial.

La evidencia científica del efecto beneficioso de los componentes de la avena en la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares llevó a la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) a autorizar su consumo con al menos 3 g por día como parte de la alimentación.

En México, como en todo el mundo, las enfermedades cardiovasculares, son la principal causa de muerte en hombres y mujeres de más de 45 años de edad.  La más frecuente es la enfermedad coronaria debida a la aterosclerosis, que se refiere a que las arterias se tapan por el depósito de grasa “colesterol” y como consecuencia dan origen a la angina de pecho y al infarto del miocardio.

Para poder prevenir estos padecimientos y reducir las muertes por estas causas, es fundamental controlar los factores de riesgo que contribuyen a que estos se desarrollen. Estos factores incluyen la obesidad, la diabetes, los problemas del colesterol, la hipertensión (presión alta), entre otros.  Para evitar estos problemas de salud, es necesario establecer cambios en el estilo de vida con una alimentación saludable y ejercicio, además de los tratamientos medicinales específicos.

Una alimentación saludable y equilibrada debe ser diversa y incluir frutas, verduras, legumbres, pescado, nueces, semillas, aceites vegetales, productos lácteos, así como, granos enteros y limitar la ingesta de granos refinados o productos hechos con éstos, especialmente aquellos ricos en grasas saturadas, azúcares agregados y / o sodio (sal), como galletas, pasteles, bebidas azucaradas, carnes rojas, etc.

Los granos enteros, como es la avena, conservan las tres partes que los componen: germen, endospermo y salvado; son una fuente de nutrientes, como:

  • Fibra dietética soluble
  • Proteínas
  • Minerales: hierro, zinc, manganeso, potasio, sodio, cobre, fósforo, calcio
  • Oligoelementos: selenio
  • Vitaminas: ácido fólico, tiamina, niacina, vitamina B6, riboflavina y vitamina A, C, D y E
  • Ácidos grasos solubles: monoinsaturados y poliinsaturados

En particular, la avena (Avena sativa L) tiene un contenido elevado en fibra dietética soluble, la cual tiene como principal componente el betaglucano. Este componente de la fibra soluble de la avena brinda importantes beneficios a la salud, ya que ayuda a reducir el colesterol de diferentes formas:

  1. Aumenta la viscosidad del bolo alimenticio en su paso a través del intestino y produce una capa viscosa que evita la absorción de las grasas por las células del intestino.
  2. Se une a los ácidos biliares cargados de colesterol que ingerimos y llegan al intestino, con lo que favorece su eliminación en las heces.
  3. La eliminación de estos ácidos biliares activa la regulación del metabolismo del colesterol en el hígado, lo que genera una disminución de los niveles circulantes en la sangre del colesterol malo (colesterol de baja densidad, “LDL” por siglas en inglés).
  4. Modula el microbiota intestinal (la flora intestinal), particularmente aquellas especies bacterianas que influyen en el metabolismo del ácido biliar y la producción de grasas en el hígado.

Además, la avena contiene antioxidantes, los cuales le confiere un efecto reductor en el proceso degenerativo y envejecimiento del cuerpo y de las arterias.

Estudios científicos reportan que el consumo de avena como parte de la alimentación durante 6 y 8 semanas, se asoció a una reducción en los niveles de colesterol total entre 3% y 10% y en del colesterol LDL, lo que representa una disminución del 6 al 18% del riesgo de enfermedad coronaria.

En otros estudios realizados en sujetos con sobrepeso y problemas de presión arterial alta, la ingesta de productos de avena – con una dieta limitada en aporte calórico para reducción de peso y baja en sal – se asoció a una reducción significativa de la presión arterial.

La evidencia científica del efecto beneficioso de los componentes de la avena en la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares llevó a la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) a autorizar su consumo con al menos 3 g por día como parte de la alimentación.

En México, como en todo el mundo, las enfermedades cardiovasculares, son la principal causa de muerte en hombres y mujeres de más de 45 años de edad.  La más frecuente es la enfermedad coronaria debida a la aterosclerosis, que se refiere a que las arterias se tapan por el depósito de grasa “colesterol” y como consecuencia dan origen a la angina de pecho y al infarto del miocardio.

Para poder prevenir estos padecimientos y reducir las muertes por estas causas, es fundamental controlar los factores de riesgo que contribuyen a que estos se desarrollen. Estos factores incluyen la obesidad, la diabetes, los problemas del colesterol, la hipertensión (presión alta), entre otros.  Para evitar estos problemas de salud, es necesario establecer cambios en el estilo de vida con una alimentación saludable y ejercicio, además de los tratamientos medicinales específicos.

Una alimentación saludable y equilibrada debe ser diversa y incluir frutas, verduras, legumbres, pescado, nueces, semillas, aceites vegetales, productos lácteos, así como, granos enteros y limitar la ingesta de granos refinados o productos hechos con éstos, especialmente aquellos ricos en grasas saturadas, azúcares agregados y / o sodio (sal), como galletas, pasteles, bebidas azucaradas, carnes rojas, etc.

Los granos enteros, como es la avena, conservan las tres partes que los componen: germen, endospermo y salvado; son una fuente de nutrientes, como:

  • Fibra dietética soluble
  • Proteínas
  • Minerales: hierro, zinc, manganeso, potasio, sodio, cobre, fósforo, calcio
  • Oligoelementos: selenio
  • Vitaminas: ácido fólico, tiamina, niacina, vitamina B6, riboflavina y vitamina A, C, D y E
  • Ácidos grasos solubles: monoinsaturados y poliinsaturados

En particular, la avena (Avena sativa L) tiene un contenido elevado en fibra dietética soluble, la cual tiene como principal componente el betaglucano. Este componente de la fibra soluble de la avena brinda importantes beneficios a la salud, ya que ayuda a reducir el colesterol de diferentes formas:

  1. Aumenta la viscosidad del bolo alimenticio en su paso a través del intestino y produce una capa viscosa que evita la absorción de las grasas por las células del intestino.
  2. Se une a los ácidos biliares cargados de colesterol que ingerimos y llegan al intestino, con lo que favorece su eliminación en las heces.
  3. La eliminación de estos ácidos biliares activa la regulación del metabolismo del colesterol en el hígado, lo que genera una disminución de los niveles circulantes en la sangre del colesterol malo (colesterol de baja densidad, “LDL” por siglas en inglés).
  4. Modula el microbiota intestinal (la flora intestinal), particularmente aquellas especies bacterianas que influyen en el metabolismo del ácido biliar y la producción de grasas en el hígado.

Además, la avena contiene antioxidantes, los cuales le confiere un efecto reductor en el proceso degenerativo y envejecimiento del cuerpo y de las arterias.

Estudios científicos reportan que el consumo de avena como parte de la alimentación durante 6 y 8 semanas, se asoció a una reducción en los niveles de colesterol total entre 3% y 10% y en del colesterol LDL, lo que representa una disminución del 6 al 18% del riesgo de enfermedad coronaria.

En otros estudios realizados en sujetos con sobrepeso y problemas de presión arterial alta, la ingesta de productos de avena – con una dieta limitada en aporte calórico para reducción de peso y baja en sal – se asoció a una reducción significativa de la presión arterial.

La evidencia científica del efecto beneficioso de los componentes de la avena en la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares llevó a la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) a autorizar su consumo con al menos 3 g por día como parte de la alimentación.

En México, como en todo el mundo, las enfermedades cardiovasculares, son la principal causa de muerte en hombres y mujeres de más de 45 años de edad.  La más frecuente es la enfermedad coronaria debida a la aterosclerosis, que se refiere a que las arterias se tapan por el depósito de grasa “colesterol” y como consecuencia dan origen a la angina de pecho y al infarto del miocardio.

Para poder prevenir estos padecimientos y reducir las muertes por estas causas, es fundamental controlar los factores de riesgo que contribuyen a que estos se desarrollen. Estos factores incluyen la obesidad, la diabetes, los problemas del colesterol, la hipertensión (presión alta), entre otros.  Para evitar estos problemas de salud, es necesario establecer cambios en el estilo de vida con una alimentación saludable y ejercicio, además de los tratamientos medicinales específicos.

Una alimentación saludable y equilibrada debe ser diversa y incluir frutas, verduras, legumbres, pescado, nueces, semillas, aceites vegetales, productos lácteos, así como, granos enteros y limitar la ingesta de granos refinados o productos hechos con éstos, especialmente aquellos ricos en grasas saturadas, azúcares agregados y / o sodio (sal), como galletas, pasteles, bebidas azucaradas, carnes rojas, etc.

Los granos enteros, como es la avena, conservan las tres partes que los componen: germen, endospermo y salvado; son una fuente de nutrientes, como:

  • Fibra dietética soluble
  • Proteínas
  • Minerales: hierro, zinc, manganeso, potasio, sodio, cobre, fósforo, calcio
  • Oligoelementos: selenio
  • Vitaminas: ácido fólico, tiamina, niacina, vitamina B6, riboflavina y vitamina A, C, D y E
  • Ácidos grasos solubles: monoinsaturados y poliinsaturados

En particular, la avena (Avena sativa L) tiene un contenido elevado en fibra dietética soluble, la cual tiene como principal componente el betaglucano. Este componente de la fibra soluble de la avena brinda importantes beneficios a la salud, ya que ayuda a reducir el colesterol de diferentes formas:

  1. Aumenta la viscosidad del bolo alimenticio en su paso a través del intestino y produce una capa viscosa que evita la absorción de las grasas por las células del intestino.
  2. Se une a los ácidos biliares cargados de colesterol que ingerimos y llegan al intestino, con lo que favorece su eliminación en las heces.
  3. La eliminación de estos ácidos biliares activa la regulación del metabolismo del colesterol en el hígado, lo que genera una disminución de los niveles circulantes en la sangre del colesterol malo (colesterol de baja densidad, “LDL” por siglas en inglés).
  4. Modula el microbiota intestinal (la flora intestinal), particularmente aquellas especies bacterianas que influyen en el metabolismo del ácido biliar y la producción de grasas en el hígado.

Además, la avena contiene antioxidantes, los cuales le confiere un efecto reductor en el proceso degenerativo y envejecimiento del cuerpo y de las arterias.

Estudios científicos reportan que el consumo de avena como parte de la alimentación durante 6 y 8 semanas, se asoció a una reducción en los niveles de colesterol total entre 3% y 10% y en del colesterol LDL, lo que representa una disminución del 6 al 18% del riesgo de enfermedad coronaria.

En otros estudios realizados en sujetos con sobrepeso y problemas de presión arterial alta, la ingesta de productos de avena – con una dieta limitada en aporte calórico para reducción de peso y baja en sal – se asoció a una reducción significativa de la presión arterial.

La evidencia científica del efecto beneficioso de los componentes de la avena en la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares llevó a la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) a autorizar su consumo con al menos 3 g por día como parte de la alimentación.

En México, como en todo el mundo, las enfermedades cardiovasculares, son la principal causa de muerte en hombres y mujeres de más de 45 años de edad.  La más frecuente es la enfermedad coronaria debida a la aterosclerosis, que se refiere a que las arterias se tapan por el depósito de grasa “colesterol” y como consecuencia dan origen a la angina de pecho y al infarto del miocardio.

Para poder prevenir estos padecimientos y reducir las muertes por estas causas, es fundamental controlar los factores de riesgo que contribuyen a que estos se desarrollen. Estos factores incluyen la obesidad, la diabetes, los problemas del colesterol, la hipertensión (presión alta), entre otros.  Para evitar estos problemas de salud, es necesario establecer cambios en el estilo de vida con una alimentación saludable y ejercicio, además de los tratamientos medicinales específicos.

Una alimentación saludable y equilibrada debe ser diversa y incluir frutas, verduras, legumbres, pescado, nueces, semillas, aceites vegetales, productos lácteos, así como, granos enteros y limitar la ingesta de granos refinados o productos hechos con éstos, especialmente aquellos ricos en grasas saturadas, azúcares agregados y / o sodio (sal), como galletas, pasteles, bebidas azucaradas, carnes rojas, etc.

Los granos enteros, como es la avena, conservan las tres partes que los componen: germen, endospermo y salvado; son una fuente de nutrientes, como:

  • Fibra dietética soluble
  • Proteínas
  • Minerales: hierro, zinc, manganeso, potasio, sodio, cobre, fósforo, calcio
  • Oligoelementos: selenio
  • Vitaminas: ácido fólico, tiamina, niacina, vitamina B6, riboflavina y vitamina A, C, D y E
  • Ácidos grasos solubles: monoinsaturados y poliinsaturados

En particular, la avena (Avena sativa L) tiene un contenido elevado en fibra dietética soluble, la cual tiene como principal componente el betaglucano. Este componente de la fibra soluble de la avena brinda importantes beneficios a la salud, ya que ayuda a reducir el colesterol de diferentes formas:

  1. Aumenta la viscosidad del bolo alimenticio en su paso a través del intestino y produce una capa viscosa que evita la absorción de las grasas por las células del intestino.
  2. Se une a los ácidos biliares cargados de colesterol que ingerimos y llegan al intestino, con lo que favorece su eliminación en las heces.
  3. La eliminación de estos ácidos biliares activa la regulación del metabolismo del colesterol en el hígado, lo que genera una disminución de los niveles circulantes en la sangre del colesterol malo (colesterol de baja densidad, “LDL” por siglas en inglés).
  4. Modula el microbiota intestinal (la flora intestinal), particularmente aquellas especies bacterianas que influyen en el metabolismo del ácido biliar y la producción de grasas en el hígado.

Además, la avena contiene antioxidantes, los cuales le confiere un efecto reductor en el proceso degenerativo y envejecimiento del cuerpo y de las arterias.

Estudios científicos reportan que el consumo de avena como parte de la alimentación durante 6 y 8 semanas, se asoció a una reducción en los niveles de colesterol total entre 3% y 10% y en del colesterol LDL, lo que representa una disminución del 6 al 18% del riesgo de enfermedad coronaria.

En otros estudios realizados en sujetos con sobrepeso y problemas de presión arterial alta, la ingesta de productos de avena – con una dieta limitada en aporte calórico para reducción de peso y baja en sal – se asoció a una reducción significativa de la presión arterial.

La evidencia científica del efecto beneficioso de los componentes de la avena en la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares llevó a la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) a autorizar su consumo con al menos 3 g por día como parte de la alimentación.

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