Limpiar los chiles: desvenar, retirar tallos y semillas. Después colocar en una olla con suficiente agua, dejar a fuego medio – bajo, una vez que entre a hervor apagar. Drenar el agua. Reservar.
En una licuadora o procesador triturar las semillas de calabaza, girasol y ajonjolí. Conseguir que queden trocitos pequeños para darle textura al resultado final.
Por separado triturar la avena, logrando deshacer las hojuelas.
Licuar los chiles, ajo, agua, vinagre, páprika, clavo, tomillo, orégano, pimienta y sal al gusto. Hasta obtener una salsa homogénea.
En un sartén a fuego medio – bajo calentar el aceite para después verter la salsa de guajillo. Una vez que comienza a cambiar de tono añadir la avena de poco a poco, dejar cocinar un par de minutos. Si es necesario agregar un poco más de agua para integrar bien los insumos.
Añadir poco a poco las semillas e ir mezclando. Probar y si es necesario añadir más sal y pimienta al gusto, hasta obtener el sazón deseado.
Una vez que hemos conseguido integrar todos los insumos dejar enfriar.
Está lista para usar o en caso de querer darle forma de chorizo en empaque. Cortar cuadrados de papel film, extender y colocar la cantidad deseada que se quiere embutir, apretar e ir enrollando, cerrar los costados con nudos.
Conservar en refrigeración.