Dr. Jorge Humberto Moreno García / Director Médico de la Federación Mexicana de Diabetes, A.C.
En la actualidad, la Diabetes Mellitus es una condición incurable pero perfectamente controlable si se tienen cuidados necesarios como cambios en el estilo de vida y la modificación de hábitos para evitar algunas consecuencias como lesiones del pie, sin embargo, la desinformación es el elemento más peligroso que envuelve a esta condición.
Cuidar los pies
Si existe alguna lesión en zonas de alta presión o fricción, causada por una elección inadecuada del calzado, o un objeto extraño que se encuentra dentro del calzado, es probable que se infecte ya que la respuesta inmunológica del organismo disminuye a causa de la diabetes, y si no se atiende a tiempo es posible que la única acción que deba tomarse es la amputación.
¿Qué debo buscar al revisar mis pies?
- Manchas rojas o cambios de coloración en la piel de cualquier parte del pie.
- Ampollas o callos en la planta o los dedos del pie.
- Aumento de volumen con dolor o secreción en medias, calcetines o sábanas.
- Resequedad en el talón, grietas, fisuras o descamación de la piel.
- Uñas gruesas, amarillas o quebradizas.
- Uña encarnadas (uñero).
- Llagas que tardan en cicatrizar.
- Sensación de dolor, ardor, hormigueo, adormecimiento o frío que empeora.
- Juanetes.
- Dolor fuerte o punzante que se incrementa en el pie.
- Manchas negras en la periferia del pie o talón y dedos.
- Deformidad del pie o de la planta.
Decálogo para el cuidado de los pies
- Mantener los niveles de glucosa (azúcar en sangre) en parámetros normales de 70 a 100 mg/dl.
- Llevar una dieta indicada por una nutrióloga de acuerdo a edad, peso y sexo.
- Hacer ejercicio y actividad física como caminar de 30 a 45 minutos diarios al menos 5 días a la semana (acumular 150 minutos x semana).
- Lavarse los pies diariamente con agua tibia, para evitar quemaduras, usar un jabón neutro o con ph ácido.
- Secar perfectamente con una toalla suave, limpia y de uso personal, sin dejar humedad entre los dedos para evitar la presencia hongos que provoque una lesión.
- Revisar los pies todos los días por la mañana o por la noche, pero siempre a la misma hora.
- Hidratar la piel con alguna crema o loción (sin alcohol) que humecte e hidrate las zonas resecas del pie o en las grietas y fisuras del talón.
- Cortar las uñas rectas quitando las esquinas para evitar la uña encarnada, pero de preferencia acudir con un profesional.
- Usar calzado cómodo, sin costuras internas, dobles o pliegues; suela gruesa, flexible y ligera horma ancha, cerrado, con agujeta, hebilla o velcro.
- Proteger el pie con calcetines cómodos de fibras como algodón o lana, no lycra, sin costuras, no elásticos.
Finalmente, para tener una buena salud en los pies, además de seguir las recomendaciones anteriores, es importante que se visite al médico de manera oportuna y no esperar a que las complicaciones puedan poner en riesgo nuestra vida.