El hoy de nuestro planeta; una pandemia, un planeta envenenado, aumento de enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer, asma y obesidad.
La OMS dedica “El Día Mundial de la Salud 2022” para hacer un llamado a nivel mundial y se gire la atención para que la sociedad se preocupe por su bienestar, físico, mental y de vida en este orbe donde lo urgente es implementar medidas que mantengan y preserven la salud de los seres humanos y del planeta.
Los fenómenos naturales extremos, la destrucción del suelo y la falta de agua están ocasionando movilidad social repercutiendo directamente en su salud. La contaminación y material no biodegradable llegan a todas partes de nuestro planeta contaminando y degradando nuestros ecosistemas. Nuestra cadena alimentaria no ha sido la excepción. Las fábricas de alimentos y bebidas muy transformados, poco saludables y sin un compromiso ambiental están creando un incremento de personas obesas o con sobrepeso, enfermedades crónico degenerativas, aumentando el cáncer y las enfermedades cardiovasculares, al unísono que acrecientan las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
El sistema mexicano de salud, hoy por hoy es una de las estructuras más complejas. El primer nivel de atención donde se pueden dar las directrices de prevención de la salud e higiene nutricional a un gran sector de la población; desde hace décadas, está colapsado, viéndose afectada la ciudadanía en general por lo que menos personas cuentan con una buena higiene sanitaria preventiva.
La alimentación es uno de los principales focos de atención, el concepto de “La salud cuesta” no debe de ser un impedimento social, ya que podemos hacer intervenciones de higiene nutricional con costos accesibles para los núcleos familiares; este el caso del cereal de avena mencionado por la OMS como un alimento indispensable para una dieta sana. Con solo 30 g de avena (3 cucharadas soperas) obtenemos fibra, 3.2 g, que equivalen a más del 10% de la Recomendación Nutricional Diaria (RND), 5 g de proteína, aportando el 7 al 10% RND, son una excelente fuente de tiamina o vitamina B1, aportando del 19% al 29% RND, gran contenido de zinc del 8 al 12% RND y su aporte calórico de solo 116 Kcal lo hacen un alimento por demás versátil para cualquier grupo etéreo.
Su dinamismo culinario lo hace que pueda ser presentado en la mesa familiar como sustituto de un servicio de alimentos, guisado principal, postre, agua de día o una colación de alta calidad. Este “super food”, es una de las recomendaciones nutricionales más accesible para la población y que debe de ser tomado en cuenta para generar un cambio positivo en la salud y prevención.
